lunes, 30 de enero de 2012

Un cuento práctico para no desear

¿QUE ES LO QUE QUEREMOS EN LA VIDA? 

Erase una vez en la Banda Oriental del Uruguay ,un gaucho de unos 40 años; en un monte hermoso, su monte, no era propio pero era casi el único que lo usaba todo el año.   Este monte natural era el que le daba a su mujer y su hijo todo lo que precisaban. 

Una tarde; cuando contemplaba caer el sol, aparecieron los pensamientos,esos pensamientos que su mente oscurecían. Quería ser un "Hacendado", un propietario de tierras , pensaba él que su mujer se sentiría mejor, que su hijo se sentiría mejor, que él se sentiría mejor, casi un dotor!. ¡Era lo justo!. Cansado por la pesca del día se durmió y los ensueños lo hicieron estanciero. 

  Recorriendo su extensa hacienda vio a unos gauchos carneando una oveja en su campo.   Pensó disgustado "La gran puta , hace 5 minutos que soy rico y ya el pichaje afanándome". Como siempre había sido guapo y macho arremetió contra sus antiguos amigos y los llamó a estaño con su poderoso Colt 45, importado. Todos muertos, menos él.  Arregló con el Juez y el Comisario, le salió una majada entera; pero el honor y el respeto por la propiedad quedaron fortalecidos.  Quien tiene mucho, tiene que cuidarlo, carajo!.  ( Está en la Biblia. ¡ojo!).  Angustiado, dormía como en una pesadilla, pero volvió a las casas, orgulloso en caballo árabe y la tal pinta; ¡Que lo parió, hasta el pecho se le inflaba!.  Atravesó las columnas blancas de la entrada y la servidumbre lo trataba de Don. El morocho que yugaba de mayordomo lo quería como entretener y el hombre cortante le preguntó por la Señora, la hacendada, su mujer ahora era una Doña.   El negro ; callado y medio tembleque.  A lo cuál, nuestro prohombre, desconfiado subió raudo a sus aposentos.  Abrió con dificultad la puerta de roble y que se encontró?.   Al gauchito de la quinta entusiasmado en la posición del cisne haciendo feliz a la Doña que gemía como él nunca la había oído.  Caliente como una chiva, sacó el 45 , pero se despertó.  Mirando el monte y ahí cerca su humilde rancho, levantó el pescado y se fue agradeciendo a Dios y la Virgen (es un decir), su dichoso Destino.  Tené cuidado con lo que soñas y lo que pedís porque se te concede. El Universo siempre concede...

Fuerza y empeño para vuestra visión.